Los aspectos estilísticos de la redacción



El hecho de que un texto carezca de errores ortográficos o gramaticales no garantiza que esté bien redactado. Naturalmente, tener una buena ortografía y respetar las reglas gramaticales son condiciones necesarias para escribir, pero no suficientes. Hay otros aspectos que son tan importantes como los que acabamos de mencionar, aunque no constituyan en sí mismos un cerrado bloque normativo. Me refiero a los aspectos estilísticos de la redacción.

Corregir imprecisiones léxicas, eliminar tautologías, salvar ambigüedades involuntarias, estructurar las oraciones según parámetros lingüísticos correctos y garantizar la coherencia integral del texto son algunas de las tareas que debe realizar quien pretenda que su escrito cumpla adecuadamente con su propósito comunicativo. Estas tareas, en muchos casos, tienen también una marcada finalidad estética.

Tomemos por caso la siguiente oración: El hombre se sentó rápidamente en el sillón de la sala y le habló a su mujer valientemente. Como podemos advertir, este ejemplo no presenta ningún error ortográfico ni gramatical, pero sí un error condenable desde el punto de vista estilístico: la aparición de dos adverbios terminados en -mente en un mismo enunciado. Sin duda, la oración quedaría mucho mejor de esta manera: El hombre se sentó rápidamente en el sillón de la sala y le habló a su mujer con valentía. O de esta otra: El hombre se sentó con rapidez en el sillón de la sala y le habló a su mujer valientemente.

Ahora observemos lo que ocurre en esta: El arroz, si se lo prepara con ingenio, puede ser, incluso en las ocasiones más formales, un plato muy elogiado. Tampoco hay aquí errores ortográficos o gramaticales, pero sí una forzada distribución de los incisos que claramente dificulta la lectura. Sin duda, el error estilístico fue haber colocado los incisos entre palabras que deberían ir juntas, como el núcleo del sujeto y el verbo principal o el verbo principal y el objeto directo. La oración quedaría mucho mejor así: Si se lo prepara con ingenio, el arroz puede ser un plato muy elogiado, incluso en las ocasiones más formales.

En suma, al enfocarnos en los aspectos estilísticos de la redacción, lo que en realidad buscamos es subsanar aquellas fallas en la escritura que no pueden considerarse necesariamente errores normativos (es decir, faltas ortográficas o gramaticales), pero que atentan en contra de la claridad, concisión, elegancia y eficacia del texto.


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